Conseguir una experiencia elevada en seis fases

En Cannasseur hablamos de obtener una experiencia elevada, pero como dicen, "del dicho al hecho hay un buen...

Conseguir una experiencia elevada en seis fases
Conseguir una experiencia elevada en seis fases
July 25, 2022
Bienestar

En Cannasseur hablamos de obtener una experiencia elevada, pero como dicen, "del dicho al hecho hay un buen trecho". ¿Cómo sabemos dónde nos encontramos y hacia dónde queremos llegar? ¿cuál es el camino hacia el consumo ideal?

En este artículo hemos reflexionado para traerte lo que a nosotros nos ha servido para refinar nuestra experiencia, y hemos dibujado un trayecto que va desde el desconocimiento hasta aquella experiencia que nos gustaría tener más a menudo, y que queremos que todo el mundo disfrute.

A lo largo de las siguientes líneas verás cómo pasamos paulatinamente del desconocimiento a la experiencia elevada, pasando por el desarrollo de malas prácticas, la detección del malestar, el descubrimiento de alternativas y la puesta en valor para alcanzar el consumo que deseamos.

Nosotros nos encontramos en diferentes momentos del camino, y tú, ¿en qué punto te reconoces mejor?

Fase 0: Desconocimiento

Como ya te hablamos en el anterior artículo la prohibición del consumo de Cannabis es la causa principal de la desinformación.

Ésta, acompañada del estigma social, hacen que la transmisión del conocimiento sobre el consumo de Cannabis se haga con secretismo, sin contrastar, sin rigor y creyendo a pies juntillas aquello que otros consumidores nos recomiendan.

La falta de información transparente, clara, contrastada y responsable hace que, entre consejo útil y consejo útil, se cuelen malos hábitos, patrones poco higiénicos e incluso costumbres nocivas extendidas que damos por hecho que forman parte de la "normalidad".

La tradición oral que pasa de persona en persona ha saltado en los últimos años a las comunicaciones masivas (Youtube, redes sociales, etc.), multiplicando el potencial efecto nocivo de esta desinformación.

Hemos detectado que esta falta de conocimiento se traduce en algo que nos impide gradualmente disfrutar de una experiencia elevada: no ponemos el consumo en valor. Pero, ¿qué queremos valorar, si no lo conocemos?

Por un lado, renunciamos a apreciar la experiencia en sí: nos da igual si algunos accesorios se rompen, ciertos matices de sabor pasan desapercibidos, muchas de nuestras experiencias son planas o damos por sentado que los efectos de lo que consumimos serán a veces imprevisibles.

Por otro, dejamos de poner en valor nuestro bienestar. Al tener asumido que el consumo es perjudicial para la salud, ni nos fijamos en que hay muchos riesgos evitables: bacterias que aparecen por falta de higiene o residuos plásticos de bongs hechos con botellas de refresco usadas, entre otros ejemplos.

Así pasan los días, las semanas y los meses. Antes de que nos demos cuenta, hemos adquirido una serie de malos hábitos.

Fase 1: Desarrollo de malas prácticas

Al no poner en valor el consumo, en nuestra rutina empiezan a colarse malas prácticas en las que no reparamos. A continuación te nombramos que creemos que son las más extendidas:

No filtrar

Filtrar no sólo mejora la experiencia (gusto y textura), sino que también evita la inhalación de parte de las partículas derivadas de la combustión. Filtros como los de Mooselabs, con agua, o el filtro que incorpora la pipa KLIP de HOJ son dos opciones que nos flipan.

Mezclar el Cannabis con tabaco

Esta práctica tan extendida es la que tiene, según nosotros, mayor potencial de cambio. Por un lado, al mezclar con otras plantas conseguimos una variedad más amplia de sabores. Al dejar el tabaco de lado, es más fácil que nos pasemos a la vaporización, que es menos dañina. Finalmente, el tabaco cambia los efectos que el Cannabis tiene sobre ti. Quien cambia esta práctica no se arrepiente.

No lavar los accesorios

Aunque aprendimos que se debían lavar los cubiertos después de usarlos, quizá no nos dijeron que había que lavar un bong después de usarlo. Hay una gama increíblemente útil y fácil de usar de marcas que nos gustan tanto como @mooselabs @squadafum.es @hempertech @gethigherstandards o @bongcleaner.

Usar materiales de mala calidad

Quizá porque los regalaran, quizá porque era el primer complemento que compramos, no valoramos los materiales de los que están hechos los complementos. Grinders de acero, vaporizadores de cerámica o bongs de vidrio tratan mucho mejor la flor y hacen que la experiencia sea más placentera.

Durante esta fase definimos una serie de hábitos de consumo en los que lamentablemente estamos instalados en el "es normal", que "es lo que hay". Pero no temas, el cambio empieza ahora :)

Fase 2: Detección del descontento

Y sí, aunque muchas personas que conocemos se quedan instaladas en esta primera fase, hay algo que a veces detectamos: si te has encontrado diciendo frases como las siguientes, es que has movido ficha.

"Pues prometía mucho, pero no sabe demasiado bien"

Te lo han recomendado, lo probaste en otro sitio. Y cuando te pones, resulta que tampoco era para tanto. A veces esa experiencia que estabas buscando no es a causa de la planta en sí, sino de que está mal preparada.

"Rasca un poco en la garganta, pero será que es así"

Ninguna sustancia que esté pensada para ser fuente de placer debería ser incómoda de consumir. Piensa en un vino, un café, un queso: por fuertes que sean, si hay algo que no sabe bien es, generalmente, porque el almacenaje o la preparación han fallado.

"Se ha quedado la mitad en el grinder, pero siempre pasa, ¿no?"

Un grinder de calidad no debería hacer que desperdiciaras tanta cantidad de materia. Cuanto peores son los materiales, más fácil es que necesites más planta para obtener el mismo resultado.

"Este accesorio no me ha durado ni un mes, pero para lo que me ha costado..."

Imagínate que en vez de tazas tuvieras vasos de papel para beber en casa. Por bien que los cuides, no van a durar. Además de ser un incordio, ni nos planteamos rebajar ciertos estándares para utensilios que usamos a diario. ¿Por qué con el Cannabis debería ser diferente?

"Sí, ya sé que fumar es malo, pero..."

Tenemos tan asumido que fumar es perjudicial para la salud que no nos damos ni una oportunidad para minimizar algunos de estos efectos nocivos. Filtrar o vaporizar son opciones menos perjudiciales para la salud que a veces ni nos planteamos.

Solemos decir estas frases con una mueca de disgusto; como si la única alternativa a consumir fuera dejar de consumir. Las personas en esta fase no disfrutan de su consumo tanto como podrían, porque no ven otra manera de hacerlo.

Fase 3: Descubrimiento

Ahora bien, llegamos a un punto en el que lamentarnos no nos lleva a ningún sitio. Si algo no nos gusta, ¡cambiémoslo! En esta fase empezamos a reivindicar la experiencia.

"¡Esto no debería saber así!"

Si leemos, oímos e incluso probamos variedades de Cannabis que nos gustan, ¿por qué no debería ser siempre así? Nos damos cuenta de que sí, hay un paladar y una experiencia que queremos conseguir tras el consumo.

"¡Podría usar menos producto!"

¡Basta ya de desperdiciar flores que se pierden en los rincones de accesorios mal diseñados e incómodos de usar! Notamos que toda esa materia la podríamos estar consumiendo si no fuera por eso.

"¡Mis accesorios deberían durar más!"

No se nos rompen las camisetas cada mes, ni los cuchillos cada año. Andamos en la búsqueda de objetos que nos hagan la vida fácil, que no nos dejen tirados en cualquier momento.

"¡Hay factores de salud que puedo evitar!"

Del mismo modo que hay maneras de comer más saludable sin estar todo el día a dieta, por supuesto que hay opciones para consumir Cannabis sin abandonar nuestra salud por completo.

Si te has encontrado en esta fase, probablemente hayas vivido también el momento: "vale, esto no me gusta, lo quiero cambiar. ¿Y ahora, qué?" Pues bien, llega la hora de conocerte mejor y empezar a marcar el rumbo hacia una experiencia elevada.

Fase 4: Puesta en valor

Hemos tirado por tierra todas nuestras preconcepciones y desinformación sobre el Cannabis. Ahora toca construir. Pero, ¿vamos a dejarnos los ahorros en los complementos más caros del mercado al tuntún? Por supuesto que no.

Pon en valor tu experiencia

Para empezar, ¿qué deseas conseguir? ¿qué te apetece? Tú mandas en tu consumo. Una experiencia bien definida es una experiencia valiosa. ¿Sabes qué te sienta bien y qué no?. Empieza un registro de consumo para dibujar tu mapa hacia la experiencia elevada.

Pon en valor la materia prima

Hay tantas variedades y combinaciones posibles que, ahora que sabes qué te apetece, ya puedes decidir qué vas a consumir. Anota todo lo que vayas probando para hacerte tu propio menú.

Pon en valor tus accesorios

Con un conocimiento más profundo sobre tus gustos, es mucho más sencillo que sepas en qué accesorios de calidad quieres empiezar a invertir. Quizá sea un bong de cristal, quizá sea un filtro de cerámica. Elige el primero, testéalo, conócelo y ve poco a poco.

Pon en valor tu bienestar

Ponernos a nosotros primero es esencial, y así como nos gusta pegarnos una buena ducha, también hemos encontrado placer y valor en incorporar rutinas de cuidado cuando consumimos Cannabis.

En este punto, la experiencia ya se parece bien poco a cuando empezamos este camino. Hemos empezado a sentirnos en control de la experiencia, hemos ido descartando malos hábitos y hemos empezado a incorporar nuevas rutinas.

Fase 5: Alcanzar una experiencia elevada

Hemos llegado a la cima de la montaña, prepárate porque las vistas desde aquí son espectaculares.

Materia adecuada

Conoces las variedades, texturas y sabores que te gustan. Sabes cómo prepararlas y la cantidad exacta que te va a proporcionar esa sensación. No se desperdicia nada y sabes qué efecto va a generar en ti.

Rutina de bienestar

Te has alejado de los efectos más perjudiciales del consumo; tienes el pecho menos cargado, sientes que los efectos secundarios del consumo están dentro de un rango que conoces mejor.

Colección cuidada

Tienes una selección de accesorios duraderos y de calidad; sabes cómo cuidar de ellos y porqué lo estás haciendo. Además, ¡qué narices! son estéticamente bonitos, y contribuyen a mejorar la experiencia.

Experiencia elevada

Sabes qué quieres en cada momento, te conoces y tienes a tu disposición todos los elementos que te van a garantizar que ese rato que dediques al consumo van a cumplir con tus expectativas.

Como te hemos dicho al principio de este artículo, nosotros nos encontramos en distintas fases del camino, e instalarse plenamente en esta última es algo que nos encantaría tener siempre. Sin embargo, el peso de los malos hábitos es grande y tiene mucha tracción.

Lo que tenemos claro es hacia dónde queremos ir, y adquirir costumbres como mantener un registro de consumo, filtrar o invertir gradualmente en accesorios de calidad, son pequeñas victorias que nos acercan al objetivo.

Toda travesía empieza con un único paso, y compartimos contigo aquellos que hemos dado y los que todavía nos faltan por dar. ¿Y tú, en qué fase te encuentras? ¿Qué incorporas conscientemente a tu experiencia para elevarla?